Alarma electrónica efectiva, ¿cómo lograrlo? – 1ª parte

Un sistema de alarma es como una cadena, cuya fuerza depende de la resistencia del eslabón más débil. Por lo tanto, para que sea realmente eficaz todos los componentes deben estar a la altura, y también el diseño y la instalación han de ser impecables. Vamos a ver paso a paso cuáles son las características que han de tener los principales componentes que normalmente forman un sistema de alarma electrónica para el hogar: sirena, sensores y marcador.

En este primer artículo descubriremos qué características debe tener una sirena para realizar mejor su función de señalización de alarma.

La sirena

Un buen sistema de alarma debería estar equipado con al menos dos sirenas, una de menor calidad pero lo suficientemente a la vista y otra de mejor calidad y más oculta. De esta manera un posible ladrón intentará inutilizar la primera y, pensando que tiene luz verde, hará saltar la segunda.

Fotografía: Flickr/TimWeber

Fotografía: Flickr/TimWeber

Una buena sirena sin duda debe ser potente, pero también —y lo más importante— no neutralizable con sistemas triviales, por ejemplo cubriéndola con espuma o sumergiéndola en un cubo de agua (pequeños trucos que aún hoy utilizan los maleantes).

Sirena de alarma neutralizada con espuma de poliuretano.

Sirena de alarma neutralizada con espuma de poliuretano.

También debe ser resistente a los golpes que pueden intentar destruirla. Las mejores, desde este punto de vista, son las que están realizadas con un doble contenedor de metal fundido a presión.

Ejemplo de sirena de fundición de aluminio.

Ejemplo de sirena de fundición de aluminio.

Las diferentes sirenas de las que está provisto el sistema deben tener salidas de alimentación separadas, ya que de lo contrario, si se inutiliza la única salida presente, se neutralizarían todas las sirenas y, de hecho, sería como tener una sola sirena.

Como se afirma en un artículo del periódico il MessaggeroVeneto:

«Los delincuentes menos tecnológicos usan espumas que anulan el sonido de las sirenas, saben cómo “cegar” los sensores volumétricos, tienen la ganzúa búlgara para abrir una puerta blindada del viejo tipo (las que tienen las llaves de doble paleta) en cuestión de pocos segundos. Los más apresurados se limitan a golpear con un martillo la unidad de control del sistema de alarma, a perforar una ventana con un taladro (para luego abrir la manilla con una palanca) o a quitar el cilindro de una puerta. Incluso las rejas de las ventanas, si son ligeras y están ancladas solo por el exterior, son vulnerables.»

Así pues, muchas veces quien intenta entrar en nuestros hogares es un “ladrón improvisado” (como se puede ver en este vídeo, en el que el maleante intenta entrar en la vivienda, siendo sorprendido en el patio por la presencia de un sensor contra las intrusiones conectado a una sirena), pero el truco de la espuma para anular el sonido de la sirena está demasiado extendido para que no lo tengamos en cuenta. Sería ingenuo permitir que los maleantes lo utilicen instalando una sola sirena de baja calidad y bien visible, cuando es suficiente tomar algunas simples medidas para reducir el riesgo de manera significativa.

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