Dos Ruedas, ¡qué pasión!

Durante este mes de mayo está teniendo lugar la centésima edición del Giro de Italia y nosotros, los de Viro, hemos saludado a la caravana en tiempo real.
La etapa número 12 (Forlì – Reggio Emilia), con un recorrido de 229 km, ha pasado precisamente por Zola Predosa (BO).

Con motivo de la centésima edición de la carrera ciclista por etapas más famosa de Italia, sabiendo que son muchos los apasionados de las dos ruedas sin motor que nos seguís, vamos a recordar algunos consejos de seguridad para proteger del mejor modo posible vuestra bicicleta.

  1. La primera regla es anclar la bicicleta con un antirrobo (cable, cadena o arco rígido) a un punto fijo.
    Puede parecer trivial, pero si no hay un punto fijo (como, por ejemplo, un poste, un soporte para bicicletas o una argolla en la pared), y a esto le sumamos el poco tiempo a disposición para buscar uno, al final sucede que solo se unen la rueda y el chasis: es casi como activar la alarma electrónica en casa y luego dejar la puerta abierta. Entonces robar la bicicleta se convierte en un juego de niños, es suficiente levantarla y llevársela a mano, para luego retirar el antirrobo tranquilamente en otro lugar.
    También tenemos que acordarnos de elegir puntos de anclaje que sean fijos de verdad: atención a los postes bajos, de los cuales se puede extraer un antirrobo unido solo al chasis, y evitemos también los que solo están hincados en el suelo y no tienen una base cementada (como, por ejemplo, postes de carteles), dado que pueden levantarse y extraerse fácilmente.
    El método más práctico y utilizado para atar una bicicleta es, sin lugar a dudas, el cable trenzado: ligero, barato y sobre todo funcional, gracias a su flexibilidad para anclar diferentes partes del vehículo a un punto fijo.

    La flexibilidad de los cables trenzados debe usarse para atar a un punto fijo el conjunto chasis y ruedas.

    La flexibilidad de los cables trenzados debe usarse para atar a un punto fijo el conjunto chasis y ruedas.

    Pero hay que prestar atención a que el material sea realmente resistente al corte. Siempre es aconsejable que el producto sea de acero y que el diámetro sea el adecuado (mínimo 8 mm), para evitar que sea fácil de cortar con unas cizallas o un alicate de pequeño tamaño.

  2. También la cerradura debe elegirse con cuidado, porque si la cerradura es de mala calidad un ladrón no necesitará unas cizallas para cortarla, sino que solo tendrá que tirar con fuerza, o con la ayuda de una palanca, los dos extremos del cable para forzarla.
    Elegir un buen antirrobo, aunque no exista uno que sea inviolable al cien por cien, siempre es una idea acertada: desalienta a los ladrones menos equipados y, si se utiliza correctamente, no será necesario comprar otros antirrobos.
    Las cadenas con candado, por ejemplo, son una buena solución: pese a ser más voluminosas y pesadas que un cable trenzado, proporcionan una mejor resistencia al corte y al descerrajamiento.Recordemos también que, para obstaculizar a los maleantes equipados con cizallas o alicates, es fundamental que el cable o la cadena del candado estén siempre levantados del suelo.

    Una cadena apoyada en el suelo es más fácil de cortar con una cizalla.

    Una cadena apoyada en el suelo es más fácil de cortar con una cizalla.

    Si el cable o la cadena toca el suelo es posible apoyar en el suelo la cabeza y un brazo de la cizalla, cargando todo el peso y la fuerza sobre el otro brazo de la herramienta. Así se aprovecha el efecto palanca, y se aplica una fuerza mucho mayor que la ejercida si se tuvieran que apretar los dos brazos de la herramienta con ambas manos.

  3. Un último consejo para aumentar aún más el nivel de seguridad de vuestra bicicleta aparcada en la calle es utilizar, si es posible, dos sistemas diferentes para atarla. Por ejemplo: un candado en U y un candado con cadena, un cable y una cadena, etc.
    La combinación de dos antirrobos diferentes requiere a los maleantes diferentes habilidades y herramientas, y forzar ambos es más complicado, sobre todo para los ladrones improvisados.

¿Y si la bicicleta está aparcada en un garaje en vez de en la calle? Aunque sea una protección muy eficaz, debemos prestar mucha atención a qué tipo de producto de seguridad está instalado en la puerta del garaje… pero de esto hablaremos en un próximo artículo.

Mira la gama de antirrobos Viro para las 2 ruedas

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