Las cajas fuertes electrónicas son productos tecnológicamente avanzados y, por consiguiente, complejos. Así pues es natural que surjan dudas sobre lo que puede suceder ante un evento inesperado. Uno de los miedos más comunes es el de no poder volver a abrir la caja fuerte si se agotan las baterías.

En este caso también influye la calidad del producto. Una buena caja fuerte avisa con mucha antelación cuándo las baterías están bajas, permitiendo así su sustitución antes de que se agoten por completo.

Pero las diferencias entre una caja fuerte electrónica de calidad y otra poco fiable no acaban aquí. Una de las características de las cajas fuertes bien diseñadas y fabricadas es que las baterías se van descargando de modo constante y gradual; esto evita la desagradable situación de que hasta el día antes del aviso las baterías parecían cargadas y, pocos días después, la caja fuerte ya no se abre.

A pesar de todo, puede suceder que las baterías se agoten sin que el usuario haya tenido tiempo de cambiarlas, especialmente si la caja fuerte se usa en raras ocasiones. En este caso, las alternativas pueden ser dos.

Cajas fuertes con llave de emergencia

Existen cajas fuertes electrónicas con llave de emergencia para poder abrir la caja fuerte incluso con las baterías agotadas.

Como ya hemos visto esta solución plantea el problema de dónde guardar la llave, porque si un ladrón consigue encontrarla puede abrir sin problemas la caja fuerte. La triste verdad es que no existe un lugar realmente seguro para guardar la llave de una caja fuerte. También porque, en el supuesto de que existiera un lugar que, con toda certeza, un ladrón no pudiera encontrar, lo podríamos usar directamente para guardar nuestros bienes de valor. Una solución eficaz puede ser guardar la llave en un lugar diferente al de la ubicación de la caja fuerte, por ejemplo en casa de un familiar que viva cerca.

Cajas fuertes con contactos externos

Buscando minimizar los riesgos puede elegirse una caja fuerte electrónica sin llave de emergencia. En este caso, la caja fuerte deberá estar provista de contactos externos en el teclado o de un enchufe al cual podamos conectar una batería tampón externa, si las internas han dejado de funcionar. De esta manera siempre podemos introducir el código y abrir la caja fuerte.

Cajas fuertes biométricas

Obviamente, la pila tampón externa es una solución solamente cuando las baterías se han agotado por completo, pero, lamentablemente, no sirve si no podemos abrir la caja fuerte porque nos hemos olvidado del código. Si no podemos contar con una buena memoria, una solución puede ser elegir una caja fuerte con apertura biométrica como la Viro Ram-Touch II, que, además de los códigos, también se puede abrir mediante las huellas dactilares. Una característica única de cada individuo que no cambia con el tiempo y que no corremos el riesgo de olvidar.

Por último, si la caja fuerte está bien diseñada y fabricada, el que se agoten las baterías no es un problema. Por lo general las baterías pueden sustituirse a tiempo y, aunque se agoten, la caja fuerte podrá abrirse con una llave de emergencia o con una batería tampón externa. Una razón más para elegir una caja fuerte de calidad.