Tienen un cerrojo largo y macizo. Para cerrarlas y abrirlas se puede necesitar dar incluso 6 vueltas. Cuando se usan hacen un ruido muy similar al de las cámaras acorazadas de los bancos en las películas de acción. Sin embargo, a pesar de todo esto, no ofrecen una alta seguridad. Estamos hablando de algunos tipos de cerraduras de sobreponer, también llamadas cerraduras de puerta “tipo cerrojo”. Veámoslos juntos.
Resistencia de la caja
El cerrojo de la cerradura de puerta suele ser (aunque no siempre) bastante resistente, el problema es que en los productos de mala calidad está dentro de una caja que, en cambio, es muy débil desde el punto de vista mecánico. Está realizada con chapa muy delgada plegada y unida con pocos puntos de soldadura. La caja y el recibidor metálico, para ofrecer más resistencia, deben estar formados por una estructura monobloque moldeada (con proceso de embutición) sin fisuras ni uniones. A esto cabe añadir que una chapa delgada, además de debilitar la cerradura, tiende a perforarse si se intenta soldarla, por lo que no permite la fijación mediante soldadura, que es el modo más seguro para las puertas de hierro.
Por este motivo las cerraduras de puerta tipo cerrojo Viro tienen la placa posterior de fijación de la cerradura y el recibidor metálico de espesor aumentado: 1,8 mm mientras que la mayoría de los productos en el mercado tiene espesores entre 1 y 1,5 mm.
El pomo interior
El otro punto débil de la cerradura de puerta tipo cerrojo es el mecanismo interno de liberación del cerrojo, que permite abrirlo cómodamente desde el interior sin llaves simplemente levantando un pomo y desplazando el cerrojo. El problema es que este pomo también puede ser accionado desde el exterior simplemente perforando con el taladro la puerta o el portón (o aprovechando una ranura existente), al objeto de insertar un pequeño gancho para aferrar y tirar del pomo hacia arriba, desbloqueando así el deslizamiento del cerrojo.
Por esta razón, si la puerta está cerrada desde el interior y se quiere evitar (por ejemplo por la noche) que se abra desde el exterior con la llave o con la citada técnica, es aconsejable introducir un perno de acero en una de las ranuras superiores del cerrojo, para bloquear su deslizamiento. De esta manera la puerta se podrá abrir solo desde el interior después de quitar el perno.
Versiones con pestillo incorporado
La cerradura de puerta tipo cerrojo más común dispone solo de cerrojo, pero existen versiones en las que el cerrojo también tiene función de pestillo. De este modo se puede cerrar la puerta solo con el pestillo simplemente acercándola. En estos modelos la primera media vuelta acciona el pestillo, mientras que las 5 vueltas y media siguientes accionan el cerrojo.
Así pues, la cerradura de puerta tipo cerrojo es una solución económica que puede utilizarse cuando no se requiere una elevada seguridad. En los demás casos es mejor utilizar una buena cerradura de sobreponer manual que, aunque más pequeña y con menos vueltas, en realidad ofrece más garantías de seguridad.
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