Se dice que una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil. Este dicho se aplica a las cadenas y a todos los sistemas de seguridad que constan de varios elementos: el sistema completo es tan fuerte como su componente más débil. Así pues, si atas tu bicicleta o tu moto con un sistema formado por una cadena y un candado, es importante valorar no solo la calidad del candado, sino también la de la cadena. Si la cadena es el punto débil, un posible ladrón atacará la cadena en vez del candado.
¿Cómo se reconoce una cadena de calidad, que no se pueda cortar?
- Estas son las cinco características principales que hay que tener en cuenta: La sección de los eslabones. Este es el factor más evidente. De hecho, se comprende fácilmente que cuanto mayor es la sección de los eslabones, más resistentes son los mismos. La sección más adecuada para una cadena cementada destinada a proteger una motocicleta es de unos 13 mm, aunque 10 mm ya es un buen tamaño, mientras que 7 mm son suficientes si se trata de proteger una bicicleta.
- El perfil de la sección de los eslabones. Es un parámetro fácil de valorar a simple vista, aunque su importancia no se intuye tan fácilmente como sus dimensiones. El hecho es que las cizallas que normalmente encontramos en las tiendas están realizadas para cortar secciones redondas, como las que tienen las barras de hierro, las mallas electrosoldadas y las cadenas comunes. Por esta razón, las cadenas con mallas de sección semicuadrada o, mejor aún, hexagonal, son más difíciles de romper, ya que reducen la superficie de contacto entre las hojas cortantes de las cizallas y la circunferencia de los eslabones de la cadena.
- El material utilizado y los tratamientos térmicos efectuados. Son características decisivas, ya que cadenas con eslabones de la misma sección y perfil, pero con diferentes materiales y tratamientos térmicos, tienen características mecánicas muy distintas. Lamentablemente, es un parámetro difícil de evaluar a simple vista, por lo que tenemos que fiarnos de las garantías que nos ofrecen el vendedor y el fabricante.
Como sucede a menudo, también el material de una cadena debe ser el resultado de un preciso equilibrio técnico. Por un lado, debe tener la dureza suficiente para que sea difícil de cortar y, por el otro, no debe ser excesivamente duro para que no sea frágil y se rompa por fractura. Para entender la diferencia entre dureza y fragilidad solo tenemos que pensar en el cristal: es más duro y, por lo tanto, más difícil de cortar que la madera, pero también es más frágil y, por consiguiente, más fácil de romper. Los eslabones de una cadena han de ser duros para resistir al corte, pero no han de ser frágiles. Para abrir un eslabón hay que cortarlo por dos lados para que se divida en dos partes, o bien cortar solo un lado y agrandar la fisura creada para poder quitar el siguiente eslabón. Pero si el material es demasiado duro y frágil, cuando se golpea con fuerza suficiente por un lado también se rompe por el otro, reduciendo así el esfuerzo necesario para abrir la cadena. Los materiales más adecuados son el acero al manganeso o el acero al níquel-cromo-molibdeno, cementados, templados y revenidos. El manganeso o los otros aditivos confieren más dureza al material para que resista mejor al corte, y lo mismo sucede con el temple. El revenido es el tratamiento que reduce la excesiva dureza y evita que el metal se fracture con facilidad. Finalmente, la cementación hace que la superficie sea más resistente al desgaste. Para más detalles sobre los tratamientos térmicos. - Las cadenas con extremos de bucle. En las cadenas más sofisticadas, uno de los dos eslabones terminales es más largo para que pueda pasarse por dentro el otro extremo, que luego se cerrará en el candado. De este modo se obtienen dos ventajas. En primer lugar, no quedan espacios libres entre el vástago de cierre del candado y el eslabón de la cadena por donde se puedan introducir palancas. Además, el vástago de cierre del candado está bien cubierto y protegido por los dos eslabones. Esto aumenta la seguridad en el punto donde la cadena se fija al candado, que es uno de los puntos críticos.
- Vaina. La función principal de la vaina es evitar que la cadena y las superficies con las que entra en contacto se estropeen por el rozamiento o los golpes. Pero las vainas no solo tienen una función estética. Las de tejido sintético obstaculizan la acción de las cizallas y deben cortarse antes de poder atacar directamente la cadena, contribuyendo así a ralentizar la actuación de los potenciales ladrones. Además, este tipo de revestimiento hace mucho más resistente la cadena respecto a las vainas de plástico y también permite doblarla con facilidad, por lo que puede guardarse más cómodamente.
Así pues, el tamaño de las cadenas es un factor a tener en cuenta, pero existen otras características menos obvias aunque igualmente importantes. Si estas informaciones te parecen de utilidad, ¡compártelas con tus amigos!
Cuál es la cadena más difícil de cortar?
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