A primera vista los cilindros de seguridad de perfil europeo son todos muy similares. La forma exterior del cuerpo, de hecho, es prácticamente la misma para todos.
Pero es en el interior donde se ocultan los detalles que distinguen a un cilindro de calidad, capaz de ofrecer seguridad y fiabilidad en el tiempo, de otro mediocre.
Un cilindro puede ser abierto ilícitamente de tres maneras:
- rompiéndolo, extrayéndolo o hundiéndolo hacia dentro con la fuerza bruta
- abriéndolo con destreza
- abriéndolo con una copia abusiva de la llave
Para ofrecer una alta seguridad, un cilindro debe poder contrarrestar eficazmente todos los diferentes tipos de ataque.
Esta es la primera de una serie de artículos con los que intentaremos profundizar en las características que debe tener un cilindro para resistir mejor a estos ataques.
Las características que obstaculizan las aperturas con fuerza bruta – primera parte
Los ataques con fuerza bruta son el método más utilizado (el 27% de los casos, según el ISTAT), porque no se requiere tener grandes conocimientos técnicos ni habilidades especiales, ni tampoco refinadas herramientas. Así pues, la primera función de un cilindro de alta seguridad es resistir al máximo este tipo de ataques.
Un cilindro puede ser atacado con la fuerza principalmente de dos maneras:
- Taladrando el cuerpo para hacer caer los pernos (pistones y contrapistones), que así salen de su alojamiento y dejan el tambor libre para girar.
- Taladrando el tambor (rotor) para hacer salir los pernos por arriba al ser empujados por los resortes, o simplemente para introducir herramientas con las que extraerlo. En ambos casos el objetivo es tener libre acceso a la leva del cilindro que controla el movimiento de la cerradura (para poderlo girar y abrir), o llegar directamente al mecanismo de la cerradura y accionarlo.
- Rompiéndolo, extrayéndolo y/o hundiéndolo hacia dentro con violencia. Un cilindro puede ser arrancado de su alojamiento de diferentes maneras, pero el objetivo es siempre tener acceso a la cerradura para poderla abrir libremente.
Para resistir a los intentos de apertura con fuerza bruta, un cilindro de seguridad debe tener refuerzos a prueba de taladro y de desgarro.
Refuerzos a prueba de taladro
Para contrarrestar la acción de la broca del taladro los cilindros de alta seguridad tienen unos refuerzos especiales en el cuerpo y en el rotor realizados con materiales resistentes a la perforación. Por lo general, son clavijas adicionales, pero también los mismos pistones pueden contribuir a desempeñar esta función.
Para que el cilindro sea aún más resistente a la perforación es recomendable protegerlo con un escudo de seguridad (es decir, un defender o escudo de seguridad), que, además de obstaculizar la perforación con su misma estructura, puede alojar una placa antitaladro rotatoria, que es una protección más eficaz que las clavijas fijas.
Refuerzos a prueba de desgarro
Si miramos de lado un cilindro europeo podemos ver que el cuerpo está seccionado en correspondencia de la leva, precisamente para permitir la rotación de la misma. Bajo la leva, se encuentra una perforación atravesada por un tornillo que sujeta el cilindro en el interior de la cerradura.
La parte del cuerpo situada bajo la leva, al ser más delgada, es un punto débil intrínseco a la forma estándar del cilindro europeo. Los ladrones puedrán aprovecha de él y partir en dos el cilindro en ese punto, para extraer la mitad externa y hundir hacia dentro la otra mitad. De este modo, podrían acceder libremente a la cerradura.
Para contrarrestar este ataque, la primera precaución es montar el cilindro de modo que la cara exterior quede a ras con la puerta. En efecto, todo posible saliente puede ser aprovechado por los ladrones para golpear el cilindro con un martillo y un cincel o para aferrarlo con herramientas que puedan romperlo o arrancarlo.
Sin embargo, los cilindros de alta seguridad ofrecen una mayor protección gracias al refuerzo a prueba de desgarro. Resulta así más difícil romper el cilindro y, sobre todo, aunque se consiguiera romperlo, el refuerzo contrarrestaría los intentos de separar las dos partes.
Además, es conveniente que la leva sea antideslizamiento, es decir, que en posición de reposo (cuando la llave no está introducida en el cilindro), la leva sobresalga del cuerpo del cilindro (por ejemplo a 30° como en los cilindros con leva DIN)
Contra los intentos de deslizamiento y de desgarro, gracias a su forma de tronco de cono, un escudo de seguridad es capaz de ofrecer una protección adicional muy eficaz, y siempre se recomienda su instalación cuando se quiere obtener la máxima seguridad.
Conclusiones
En los próximos artículos veremos otras características que un cilindro debe poseer para resistir ante diferentes tipos de ataque. Ya con este primer análisis se puede entender que, no obstante la forma exterior estándar del cilindro de perfil, hay una extraordinaria variedad de cilindros de perfil europeo con diferentes características que responden a diferentes necesidades. Por ejemplo, en las puertas de interior y, en general, donde no se requiere una gran seguridad, también pueden utilizarse modelos simples y fiables. En cambio, donde se requiere una elevada seguridad, como en las puertas de acceso desde el exterior, es importante elegir artículos que tengan las características adecuadas para resistir del modo más eficaz posible a los ataques.
Consulta las características de los nuevos cilindros de alta seguridad Viro Palladium
Mira el vídeo de presentación del cilindro de alta seguridad Viro Palladium