Elegir una puerta automatizada para la protección de los garajes puede responder a un deseo de comodidad. Sin embargo, cabe subrayar que comodidad no siempre se combina bien con seguridad y que la presencia del motor en la puerta de garaje automática no garantiza la seguridad de nuestros bienes. Así es como, en ocasiones, sobre todo en la era de evolución tecnologíca en la que vivimos, fascinados por productos siempre más a la vanguardia, olvidamos la función principal de las puertas: no la de abrirse con agilidad, sino la de hacernos sentir a salvo y la de defender nuestros bienes, dentro de nuestras propiedades. Sigue leyendo
