Los tratamientos térmicos y químicos
En este “segundo capítulo” vamos a hablar de todos los tratamientos, térmicos y químicos, que se pueden hacer para garantizar una mayor resistencia en un candado.
En este “segundo capítulo” vamos a hablar de todos los tratamientos, térmicos y químicos, que se pueden hacer para garantizar una mayor resistencia en un candado.
En el último artículo os presentamos los candados Viro Serie Mar, los cuales están diseñados y fabricados para resistir a las condiciones ambientales más severas. A la hora de elegir un candado de seguridad son muchos los elementos a tener en cuenta, como el uso al que está destinado o el contexto ambiental. Pero el primer paso siempre es comprobar la calidad del producto. ¿Cómo podemos reconocerla?
Quien utiliza un barco, frecuenta el ambiente náutico o vive en localidades a orillas del mar, y también todo aquel que, por su trabajo, está en contacto con humos y vapores (por ej., los distribuidores de combustible, baños galvánicos, funderías, etc.), sabe muy bien el efecto que los agentes atmosféricos o determinadas condiciones ambientales ejercen sobre los objetos expuestos a los mismos por mucho tiempo. En efecto, aunque en determinados contextos podemos usar una máscara protectora, no podemos “poner la máscara” a los objetos que se encuentran en esos ambientes.
Cuando se habla de resistencia y calidad de los productos de seguridad comerciales en el mercado, las preguntas más frecuentes de los lectores son: “¿Cuáles son las características que distinguen a sus productos?”, “¿Por qué tendríamos que preferir Viro a un producto más barato?”.
Una vez más, respondemos mostrando los resultados de algunas pruebas de resistencia que hemos realizado en nuestros candados con cadena y en sus imitaciones, que son los típicos antirrobos para bicicletas y scooters.
Recientemente hemos hablado de las pruebas que comprueban la resistencia de los productos que tienen la función de garantizar la seguridad. Nos hemos centrado especialmente en el Viro Morso con cadena poniendo a prueba su resistencia al corte y a los golpes de mazo, y después lo hemos sometido a la prueba de resistencia a la corrosión en niebla salina.
Para una mayor precisión de las conclusiones, hemos realizado las mismas pruebas en un producto de imitación de importación oriental.
Esta semana sometemos a prueba al «hermano mayor» del Viro Morso, el «Supermorso», y también a una imitación del mismo de importación oriental.
Veamos la reacción de ambos productos Viro y de sus imitaciones después de la prueba en niebla salina realizada en nuestro laboratorio.
Hoy volvemos a hablar de cadenas, de eslabones fuertes y débiles, y de pruebas de resistencia.
Si todavía no lo habéis leído, en el artículo Candados y cadenas: ¿cuál es el eslabón más débil? se describe el comportamiento del producto Viro Morso y de una imitación suya durante una prueba realizada en laboratorio, simulando un ataque a golpes de mazo.
Los vídeos que proponemos esta semana muestran otro tipo de prueba que tiene siempre como protagonistas el Viro Morso (Made in Italy) y una copia de importación oriental.
Esta vez, después de someter las cadenas a una prueba de corrosión en niebla salina, de la que la cadena de importación ha salido bastante oxidada, hemos probado la resistencia de las cadenas al corte.
Si nos seguís desde hace algún tiempo, os habréis dado cuenta de que uno de los temas más importantes para nosotros es la calidad, entendida como la resistencia real de los productos a los ataques de los maleantes y como fiabilidad con el paso del tiempo. El consejo es siempre el mismo: invertir en la seguridad y no renunciar a ella para ahorrar un poco de dinero: así es, el valor de los bienes expuestos a riesgo siempre es muy superior al dinero que se cree ahorrar.
A propósito de la calidad, se han realizado algunas pruebas en nuestro laboratorio para evaluar la resistencia de los productos Viro respecto a otros productos presentes en el mercado.
Hoy empezamos una serie de artículos que nos acompañará, de forma intermitente, durante los próximos meses.
Se trata de consejos prácticos, en forma de “pinceladas”, finalizados a que los usuarios de productos de seguridad conozcan los modos más efectivos de aplicación y uso de estos productos.
De hecho, a menudo bastan pocas precauciones para evitar riesgos, algunos incluso potencialmente graves, relacionados con una instalación y/o un uso incorrecto.
Vamos a empezar hablando de los candados.
Al planificar un viaje, ya sea de negocios o de placer, cuando llega el momento de partir se suele sentir “la ansiedad de la maleta”. Las preocupaciones que surgen son muchas, sobre todo si se viaja en avión; en parte esto se debe al hecho de que cada línea aérea aplica sus propias normas sobre el equipaje: tamaño, peso, etc. Además, si nuestro destino es Estados Unidos o vamos a hacer escala en un aeropuerto de ese país, o también si este destino está en nuestra “lista de deseos”, tenemos que tener en cuenta los estrictos controles del equipaje y, por lo tanto, la mejor manera de cerrar las maletas.
Nosotros, los profesionales del sector, lo hacemos por deformación profesional, pero cualquiera puede echar una ojeada a los candados que cierran las cortinas metálicas enrollables de nuestra ciudad y constatar que muy a menudo son los Viro Panzer, inconfundibles por su característica forma redondeada que los hace muy difíciles de aferrar con herramientas de descerrajamiento.